martes, 29 de abril de 2008
Hermanos y detectives
La producción de Hermanos y detectives lleva el sello de su autor y director, Damián Szifrón, quien regresa a la pantalla tres años después de Los simuladores, y luego de probar suerte en cine con los filmes El fondo del mar y Tiempo de valientes.En esta ocasión, Szifrón pone en escena a dos héroes atípicos que deben resolver complejos crímenes.Franco Montero (Rodrigo de la Serna -Okupas y Botines en televisión; Diarios de motocileta, en cine -), un policía que no disfruta de su trabajo, con problemas para llegar a fin de mes y sin novia, recibe la sorpresiva noticia de que su padre murió y le dejó una herencia, Lorenzo (Rodrigo Noya), un medio hermano de 11 años con el coeficiente intelectual de un genio.A pesar de que la idea de tener que hacerse cargo de un niño es demasiado para el policía, Lorenzo insiste en ayudarlo a investigar el caso de un adolescente que, aparentemente, se quitó la vida.Así, el pequeño comienza a detectar pistas y a atar cabos sueltos hasta que, gracias a su intelecto superior, desenmascara al profesor Fontán (Luis Machín), quien había asesinado al joven para robarle el original de una novela y hacerla pasar por una creación suya.Con buenas actuaciones, Hermanos y detectives tiene una excelente factura técnica y, sobre todo, una muy acertada dirección. Szifron, nuevamente, se manifiesta como un ágil, inteligente y dúctil narrador, armando un envío que no decae y tiene buen ritmo.